Videos víricos – El iJam

Nos acaba de llegar la última promoción de la gente de Shackleton Group y he de reconocer que es buenísima. Se llama el iJam y parodia ni más ni menos que a Apple y su iPod. Tampoco quiero desvelar demasiado sobre la web porque considero que la gracia está en verla. No obstante hemos decidido escribir este post para demostrar el poder del marketing vírico.

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Es curioso como mucha gente se ha apuntado últimamente a lo del marketing vírico. Es indudable que va ligado a todo el movimiento que se conoce con el nombre de Web 2.0. La gran mayoría de las startups de este uĺtimo año contenían algún apartado en el business plan sobre como promocionar sus servicios mediante el boca a boca y campañas virales. Me gustaría enviar una advertencia respecto a estas lides. Como empresarios, no deberíamos reducir el marketing de nuestros productos y servicios solo a campañas víricas.

En mi opinión, la gente que confía en que un vídeo o una web graciosa les venda los productos, está muy equivocada. Las probabilidades de que, sin contratar unos servicios especiales, un vídeo reciba millones de visitas, es muy baja. Si basamos toda nuestra publicidad en esto, lo más seguro es que apenas difundamos el mensaje de nuestra empresa. No solo eso, sino que si se realiza de forma incorrecta, puede que incluso dañemos la imagen del producto.

Con esto no quiero decir que no exista este tipo de marketing, es como las meigas, haberlas hailas. Sin embargo, no tenemos que perder de vista que, como en cualquier otro negocio, el marketing tradicional, aunque empleando nuevos vehículos como las redes sociales, es fundamental para romper la barrera de los early adopters.

Las campañas que terminan siendo víricas suelen ser lo o bien de forma espontánea, o bien porque se han contratado los servicios de una empresa especializada en ello. La web del iJam es un claro ejemplo de que solo profesionales pueden conseguir esa viralidad necesaria para que un vídeo de la vuelta al mundo.